CAMBIOS FISIOLÓGICOS PRODUCIDOS POR EL EJERCICIO FÍSICO
- Ágora psicólogas

- 22 mar 2018
- 2 Min. de lectura
Todos sabemos que el ejercicio físico tiene efectos beneficiosos desde el punto de vista físico, mental y social, pero ¿Qué efectos fisiológicos produce en nuestro cerebro?
Entre los efectos beneficiosos que se producen al realizar una actividad física podemos encontrar: estimulación de la respuesta inmune, control de la ansiedad y la depresión, aumento de la autoestima, mejora de la cognición y la eficacia del recuerdo.
Todos estos efectos son producidos por cambios anatómicos y funcionales que suceden a nivel cerebral, a continuación, comentamos algunos de ellos.
Según un estudio realizado en la Univerdad de Auckland, el ejercicio físico promueve la producción de nuevas neuronas. Esta regeneración neuronal, denominada “neurogénesis” se produce en una zona concreta del cerebro denominada hipocampo, relacionada con la memoria y el aprendizaje.
La función cognitiva por tanto, se ve mejorada, debido a la activación de las células madres neuronales, que favorece el desarrollo de estas nuevas neuronas, que pueden migrar a otras zonas del cerebro mejorando nuestro estado cerebral.
Por otro lado, el ejercicio protege al cerebro de agresiones externas e internas activando los sistemas de neuroprotección fisiológica encargados de proteger a las células nerviosas.
Uno de ellos sería la producción del factor de crecimiento IGF-I (Insuline-like Growth Factor I) muy conocido entre los culturistas por ser el encargado de promover el crecimiento muscular masivo, que al llegar al cerebro estimula la producción de sustancias tróficas, incrementando la actividad de las neuronas, mejorando la capacidad de recibir información propioceptiva, aumentando el consumo de glucosa por las neuronas y protegiéndolas de cualquier alteración.
Cuando realizamos una actividad moderada, como correr o montar en bicicleta, el cerebro recibe más oxígeno, se forman nuevos vasos sanguíneos y aumentan los niveles de ciertos neurotransmisores como la serotonina (reguladora del miedo, la ansiedad, la agresividad, el apetito) y de la proteína BDNF, encargada de dirigir el desarrollo neuronal en el hipocampo.
Al mantener una actividad física de forma habitual, mantenemos un aporte de nutrientes necesarios para llevar a cabo los procesos cerebrales y optimizar la eficacia funcional de las neuronas, estimulando sus conexiones.
Como ya sabíamos, la realización continuada de ejercicio físico ayuda a mantener el cerebro sano y mejora las funciones básicas de los órganos del cuerpo, entre ellas la función mental. Todos estos beneficios se producen a raíz de numerosos cambios, algunos de ellos comentados en este artículo y muchos otros aún en proceso de estudio.






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